Siembre un girasol, reconecte con su entorno
Este es un proyecto que invita a impulsar y movilizar nuestros vínculos y sensibilidad con el entorno urbano. Convertiremos el Girasol en un activista de la red de re-conexión territorial entre humanos, aves y abejas en el entorno urbano.
El Girasol, que para los aztecas representaba a la deidad del sol, lo disponemos desde la Huerta para activar nuestras prácticas artísticas y colaborativas de intercambio, como un símbolo de re-conexión de la vida urbana con la naturaleza; por ello, desde el territorio rural de la Huerta hacemos esta invitación a sembrar girasoles en la ciudad. Es un llamado a fortalecer vínculos entre los habitantes, activar las relaciones con nuestro entorno y a superar el aislamiento y distanciamiento impuesto por la pandemia que ha afectado nuestras relaciones colectivas y nuestra presencia en espacios urbanos.
Sembrando Un Girasol en espacios verdes de la ciudad atraemos los animales que han sido exiliados por el ruido, la polución, el uso de pesticidas y la destrucción de la biodiversidad.
Una característica ambiental importante de los girasoles es que absorben materiales contaminantes del suelo y, las incontables flores que componen su inflorescencia -entre 200 y 500- , llaman a los insectos a visitarla, sobre todo a las abejas que se alimentan de su nectar a la vez que le sirven de vectores de polinización.
En el huerto la siembra del girasol esta asociada al maíz, al frijol y la calabaza pues ademas de aportar alimento a aves e insectos, activa el intercambio de nutrientes a travez del suelo que se comparten con las plantas vecinas.